El Omega 3 como parte de una dieta sana
El Omega 3 es una sustancia que se encuentra comúnmente en los pescados
grasos frescos como el salmón, el atún, la caballa, la sardina y la
sardinela. En los últimos cien años, la dieta occidental ha cambiado
radicalmente hasta incluir cada vez menos pescado, y por ende, menos
ácido graso Omega 3. Durante el mismo tiempo, se ha observado que el
nivel de depresión entre los habitantes del mundo occidental creció cien
veces.
Para mantener una salud ideal, el ser humano medio debe consumir cinco
gramos de ácidos grasos esenciales al día (divididos entre Omega 3 y
Omega 6). Como nuestra dieta no parece factible de ser cambiada en un
futuro próximo, en este artículo le damos algunos consejos de cómo tomar
suplementos de Omega 3.
Omega 3 y el cerebro
Los beneficios del Omega 3 se pueden percibir en todos los niveles de la
salud, pero los efectos más asombrosos se documentaron en la mejoría de
las funciones y la salud mentales. Hay informes que indican que este
ácido es muy efectivo en el tratamiento de la depresión. Muchos estudios
muestran que en los tests de doble testigo realizados sobre la
depresión, los pacientes que tomaron Omega 3 reportaron notables
beneficios por sobre los que tomaron un placebo.
Resultados similares se observaron en el tratamiento de la bipolaridad y
la esquizofrenia. Hay teorías de que el Omega 3 es efectivo en el
tratamiento de otras afecciones mentales como el deficit de atención, la
personalidad borderline, la dislexia y las deficiencias cognitivas,
aunque al momento de escribir este artículo aún no existían pruebas
suficientes de esos datos.
Omega 3 y el cuerpo
Los beneficios más conocidos del Omega 3 para el cuerpo humano tienen
que ver con la salud cardíaca. La Sociedad Cardiológica Americana
recomienda ingerir pescados grasos al menos dos veces por semana para
reducir los riesgos de enfermedades cardíacas.
Las investigaciones aún están en curso, pero hasta hoy han demostrado que el Omega 3
* Disminuye el riesgo de arritmias, que pueden ocasionar muerte cardíaca repentina.
* Disminuye los niveles de triglicéridos.
* Disminuye la tasa de aumento de la placa arterioesclerótica.
* Baja (levemente) la presión sanguínea.
Además, el Omega 3 parece tener efectos benéficos como antiinflamatorio.
Y según un artículo de Judith Horstman para la revista americana
Artritis Hoy, "Hay fuertes evidencias de que los suplementos de aceite
de pescado con ácidos grasos Omega 3 disminuyen los síntomas de la
artritis reumatoide, ayudan a prevenir los espasmos del Síndrome de
Raynaud y posiblemente alivien algunos síntomas del lupus".
Los científicos consideran que la reducción de Omega 3 en la dieta
occidental puede contribuir al aumento de los siguientes problemas:
* Asma
* Síndrome de fatiga crónica
* Fibrosis quística
* Osteoporosis
* Cáncer de próstata
Suplementos de Omega 3
Cualquier buen médico o nutricionista le dirá que la mejor manera de
incorporar cualquier nutriente es ir directo a la fuente de la misma, e
ingerirlo a través de los alimentos que lo originan. En el caso del
Omega 3, su mejor fuente es el pescado graso, las semillas de lino, las
nueces, el aceite de canola y el aceite de soja. Dicho ésto, sabemos que
difícilmente nuestra dieta occidental provea todos estos elementos con
frecuencia. Además, para aquellas personas que necesiten grandes
cantidades de Omega 3 para combatir determinada dolencia, el contenido
normal de este ácido en los alimentos naturales puede ser insuficiente.
Si éste es el caso, hay que informarse bien de otras alternativas.
Si toma un suplemento dietético de Omega 3, debe cerciorarse de que sea
rico en AEP (ácido eicosapentaenoico), y en ADH (ácido
docosahexaenoico), los dos ingredientes activos del Omega 3. El primero
de estos ácidos está considerado como el componente terapéutico. Por lo
tanto, es más importante que el suplemento que tome tenga más altas
cantidades de AEP que de ADH.
Notas adicionales
Debido a los recientes avances en el estudio del Omega 3 y sus
beneficios, la mayoría de los estudios y la información sobre este ácido
realizados hasta hoy están basados en pruebas sobre grupos de
pacientes. Hay más investigaciones en curso y se espera que brinden un
panorama más claro sobre la acción y el rol del Omega 3 en el desarrollo
y funcionamiento del cerebro.
Actualmente se está investigando el rol del Omega 3 en la regeneración
cerebral y nerviosa, la depresión, las enfermedades cardíacas, la
artritis, el cáncer, los dolores de cuello y espalda, el estrés y otras
afecciones físicas y mentales.
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