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domingo, 10 de noviembre de 2013

Conducta Alimentaria .Vinculo de amor y seducción




CONDUCTA ALIMENTARIA                                                                                                                                  
Vínculo de Amor y Seducción.                                                                 

El vínculo con la comida es para el humano una corriente nutricional amorosa donde el amor y la seducción  permiten concretar la subsistencia. Es sabido que ningún humano sobrevive si no lo alimentan con amor, que es el que sostiene el vínculo.
Este vínculo de amor y nutrición son, a mí entender, las dos caras de una amorosa conducta alimentaria.
Mi propuesta es amigarse con ese  alimento que me seduce aprendiendo a distinguir cuándo el acto de comer me esclaviza anulando mi placer, al que podemos llamar “mal habito”, del “buen habito” donde comer nos vitaliza física y mentalmente.
Se dice que somos lo que comemos, esto nos lleva a pensar cómo los distintos grupos humanos han construido su  conducta alimentaria.
La geografía, clase social, cultura, nivel económico, educacional, quizá nos permitan seguir el proceso de construcción de las diferentes maneras de comer, algunas que nutren, otras que enferman. Para entender como el hábito se convierte en enfermedad tenemos que remitirnos a aquellos tiempos en que el ser humano “comía para vivir” y  que con el paso de los años ésto fue cambiando al “vivir para comer” actual, donde la publicidad nos propone  lo inmediato.
 ¿Cómo sanar el vínculo cuando este “vivir para comer” enferma? La respuesta, entiendo, es promoviendo toda la capacidad de salud que tenemos,  haciéndonos cargo de nuestras elecciones, revisando el vínculo con la comida, aprendiendo.
Si tenemos en cuenta que es un vínculo para toda la vida, los métodos de éxito “ya” sin el largo plazo incluido terminan en el desencanto, tratamientos engañosos que no solo estafan económicamente, sino que van  en contra la salud y culpabilizan usando herramientas psicológicas que hacen responsable a quien no logra alcanzar ese éxito que se les vendió.
La propuesta de la comida natural, las opciones de cocción saludables  o algunos tratamientos bien intencionados son poco articulados debido a la falta de encuentro  entre estos saberes.
Nada es serio si no se hace a largo plazo y con continuidad y si el que enseña no esta aprendiendo algo en ese camino.
Desde lo social como red se predetermina el juego donde el humano adulto decide su conducta en forma activa para poder sobrevivir  y alimentar a sus descendientes. 
El desafío es enriquecer con los saberes de la comunidad “ese vinculo alimentario que seduce” haciendo que se trasparente en base a responsabilidad y  cuidados mutuos.
Las urgencias existen pero el creer que todo esta establecido, hace que se bajen los brazos, cuando en realidad el cambio comienza con cada nuevo hábito saludable que nos propongamos  en cada casa, en cada escuela, en cada consultorio, en cada institución y con el uso del sentido común construido a partir de los saberes comunitarios compartidos, como guía. 
                                                                       Claudia Marcela Florido